El alcance de cada uno de sus trabajos (Trabajadores, Terra, Éxodos...) y su visión enciclopédica de la condición humana le han bastado para conseguir una reputación y para justificar todos los premios que ha recibido. Pero eso no es todo. De origen brasileño y economista de formación, Sebastiáo Salgado ha manifestado continuamente su fe en el hombre, una solidaridad sin desfallecimiento ni remilgos ante el dolor, una competencia en el análisis de las situaciones extremas así como una gran energía para afirmar lo que es, un fotógrafo humanista.