Gaia, elegante, riquísima, hija de un antiguo ministro franquista,recurre a la detective Sol Aglaya porque su esposa ha desaparecido yla policía no se toma el caso en serio. La desaparecida es Selene, una poeta con cientos de miles de seguidores en redes sociales. Amante de vivir la vida al máximo, mantiene relaciones simultáneas con tresmujeres además de la legítima. Una es Haizea, empresaria, dueña de una agencia que representa a una batería de influencers. La segunda esMar, una actriz de larga trayectoria y prestigio. Y la tercera esFulvia, una editora especialista en crear best-sellers. Cada una deellas tiene razones para haber querido hacer desaparecer a Selene, ymedios para hacerlo. Sol descubre que Selene estaba escribiendo unlibro. Una novela sobre su pasado en Argentina, cuando huyó de unaorganización implicada en trata de personas, narcotráfico y corrupción política. Pero, ¿es posible que una de sus amantes, o su esposa, haya podido alertar a los enemigos de Selene sobre su nueva identidad Unanovela negra trepidante que retrata con eficacia y estilo paisajesrecientes de la historia e
¿Qué puedo decir de mí? He escrito cinco novelas, dos libros de cuentos, dos de poesía, tres ensayos, un libro para niños y tres guiones que se han llevado al cine. He ganado seis premios literarios de renombre (Planeta, Nadal, Primavera, Barcarola, Il Lazio de Literatura, concedido por el Ministerio de Cultura italiano, y el Coca-Cola de redacción, que obtuve cuando tenía nueve años). Tengo 43 años, una hija, un perro, tres tatuajes e incontables cicatrices, tanto visibles como invisibles. Entre las visibles, una de ellas me cruza el pecho y otras dos me circundan la ingle, lo que supongo que resulta bastante simbólico. Soy doctora Honoris Causa por la Universidad de Aberdeen. Mis obras se han traducido a catorce idiomas. Soy madre soltera, sagitario con ascendente en sagitario, bastante celosa de mi vida privada, y no me gusta nada la idea de que en la solapa de un libro figure mi biografía porque las biografías se suelen escribir cuando uno ya se ha muerto y a mí, espero, me queda mucho por vivir.