No resulta fácil abordar teológicamente la problemática de la sacramentalidad, sobre todo a partir de la interminable serie de discusiones desarrolladas en los últimos cuatro siglos entre las diferentes confesiones cristianas.
Sin embargo, los grandes teólogos de todos los tiempos han emprendido en algún momento esta tarea, buscando iluminar los aspectos esenciales que encierra la cuestión sacramental.
Con el fin de contribuir al diálogo ecuménico, Eberhard Jüngel reflexiona sobre algunos puntos significativos que caracterizan el ser sacramental. A saber, el concepto de mysterion, su comprensión como signo y acontecimiento, el protagonismo de Jesucristo y el lugar de la Iglesia, así como las dos celebraciones representativas del único sacramento que es Cristo: el bautismo y la cena del Señor.