Ésta es la primera colección de cuentos de Welsh desde aquel Acid House que cambió nuestra mirada sobre una época y una generación. En «Serpientes de cascabel», dos chicos y una chica vuelven del festival Burning Man y el coche se les para en el desierto. Se preparan a pasar la noche, pero al conductor lo pica una cascabel en la entrepierna mientras soñaba con la chica del triángulo.Él pretende que ella lo salve chupándole el veneno, pero es su compañero quien se ofrece. Y entonces llegan dos mexicanos, homófobos y armados. En el relato que da título al libro, Mickey es un expatriado inglés que tiene un bar en las Canarias, una ex mujer cargante en Inglaterra y una hija adolescente que llega de improviso. Y Mickey tendrá que sortear a sus amantes, además de vigilar a dos presuntos gángsters que quizá planean un golpe. A continuación nos encontraremos con unas chicas muy esnobs, que se reúnen en un restaurante coreano. A una de ellas le desaparece el perro y sospecha de su vecino, que es el chef del restaurante... Y así siguen otras historias estimulantemente retorcidas. «Historias gamberras con situaciones sorprendentes... El rastro de Bukowski, Amis y Roald Dahl» (M. Rodríguez Cueto, La Nueva España).
Irvine Welsh nació en 1958 en Escocia. Creció en el corazón del barrio obrero de Muirhouse, dejó la escuela a los dieciséis años, cambiando multitud de veces de trabajo hasta que emigró a Londres con el movimiento punk. A finales de los ochenta volvió a Escocia, donde trabajó para el Edinburgh District Council a la par que se graduaba en la universidad y se dedicaba a la escritura. Su primera novela, Trainspotting, tuvo un éxito extraordinario, así como su adaptación cinematográfica.