Tras la separación de sus padres, Marina siente que ya nada volverá a ser igual. Lo único que no cambia es que sigue veraneando en Francia con su familia paterna. Pero aquel verano será verdaderamente inolvidable. De la mano de Étienne recupera la ilusión y el valor para volver a montar a caballo, su gran pasión, y -lo que es más importante- consigue que poco a poco desaparezca la tristeza, ese gusano negro que pugna por aparecer una y otra vez... Pero un grave e inesperado incidente hará que Marina tenga que enfrentarse de nuevo a su propia vida.
Andrés Guerrero Sánchez nació en Trujillo, Cáceres, en 1958. El amor por los libros le fue transmitido por su familia desde la infancia, cuando, por ejemplo, su abuela le leía cuentos mientras preparaba café. De aquí nació su gran pasión por los libros y una ilusión: ilustrarlos. «Hacerse ilustrador o escritor se me antojan decisiones que no se toman, simplemente ocurren. Ser autor o ilustrador es una circunstancia que no elegimos, al menos en mi caso, ya que fue un hecho inevitable», ha afirmado en el Museo de Ilustradores S.O.L.Comenzó publicando viñetas humorísticas en algunas revistas, y luego pasó del mundo gráfico al dibujo animado. Años más tarde comenzó a ilustrar libros infantiles, algunos escritos por él mismo. Es colaborador habitual de prensa y revistas. En 2009 logró el Premio CCEI de Ilustración por Cinco ovejitas, editado por SM en la colección El Barco de Vapor.