Séneca dijo que la ira es el precipicio del alma, la peor de las pasiones. En ello siguió a Heráclito, a Sócrates, a Platón y a tantos otros. Pero aunque estuvo de acuerdo en mucho con Aristóteles, discrepó de que la ira pudiera ser beneficiosa. ¡Eso es falso!, sentenció: la ira es para el alma un instrumento tan inútil como el soldado que no obedece a la señal de retirada. Como haría Ovidio en Ars Amandi, Séneca describió las señales externas de esta «locura breve» y nos adelantó que se propende a ella cuando el espíritu está debilitado. Nos dijo que la fuerza del hombre se halla en la razón esto lo supieron más tarde Diderot y Voltaire y que la humanidad se rige por leyes naturales, pero no por las leyes mecánicas que La Mettrie recalcó en AntiSéneca. El filósofo pensó que la humanidad se realiza cuando hay apoyo mutuo, y nueve siglos más tarde Kropotkin coincidiría con él en este cimiento de su teoría del progreso.
Luci Anneu Sèneca és un personatge polifacètic i contradictori que va viure en una època
complexa, sota els regnats de Claudi i Neró. És un autor que sempre ha tingut renom i gaudeix d'una bona tradició. Les
seves obres filosòfiques encara avui són vigents com a tractats morals i les seves tragèdies, per la força dels
personatges protagonistes i per la seva càrrega argumentativa, inspiren i permeten valoracions i adaptacions
actualitzades.