CICERÓN, MARCO TULIO / GRIMM, JACOB
La visión de Cicerón de esta etapa final de la vida del hombre conlleva una incitación a vivirla y a hacerse consciente de sus muchas posibilidades y ventajas. No es precisamente una visión pesimista, quejumbrosa, ni realista a ultranza, sino más bien optimista y animadora.
Cicerón expone los cuatro reproches que suelen esgrimirse contra la vejez: a) aparta de la vida activa, b) debilita el cuerpo, c) priva o aleja de casi todos los placeres, y d) es el umbral de la muerte. Y son estos posibles reproches los que el orador Catón irá examinando en detalle e intentando anular con sus argumentos y ejemplos.
El mundo clásico grecorromano y el mundo alemán se dan la mano, en una línea de continuidad, y aúnan esfuerzos para hablarnos de la vejez, para tratar de esclarecerla, precisamente en estos tiempos nuestros donde a los ancianos se les silencia o no se les da la voz y la importancia que merecerían, obsesionados como estamos en aparentar salud inquebrantable y una imposible juventud eterna.
Político y orador natural de Arpino, en el Lacio, Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.) fue uno de los personajes más decisivos e influyentes de la agitada Roma de los últimos años de la república. Ejerció una ingente actividad como hombre de letras y como político?fue nombrado cónsul, quién sabe si gracias a los consejos que su hermano Quinto reunió en Breviario de campaña electoral (Acantilado, 2003).