Un método popular para "sobrevivir" a la muerte es simplemente no hablar de ella. Sin embargo, en su nuevo libro, Wilhelm Schmid enfrenta este tema sin rodeos.
Porque no hay escapatoria: por ahora, la muerte sigue siendo el final de la vida para cada ser humano. Lo único que varía es el momento y la manera en que ocurre. La mayoría de las veces llega demasiado pronto y deja tras de sí mucho sufrimiento. ¿Podría aliviarse este drama si aceptáramos la idea de que la muerte no es el final de toda existencia?
Wilhelm Schmid aborda con seriedad esta cuestión, que ha inquietado a la humanidad desde tiempos inmemoriales: ¿A dónde va aquel que se marcha? ¿A otra vida? ¿Existe realmente una vida después de la muerte? ¿Cómo podría imaginarse? ¿Podría ser un consuelo el simple hecho de que tal posibilidad exista?