En un barrio ilusorio de una ciudad cualquiera, hombres y mujeres desesperados tratan de redimir una culpa extraña, que empaña el aire como un cielo gris eterno. ¿Cómo podemos suplicar ternura a los gatos? Una chica joven que lava y refriega a diario todos y cada uno de los vasos que se ensucian en el bar de su padre, un ascensor suspendido en la nada de una muerte, un hombre que vive en una tienda de campaña en medio de unas piscinas destartaladas y que todavía busca a su hijo, una pareja de jóvenes que tratan de reconstruir la fidelidad y la confianza, dos niños que no paran de mirar por la ventana de su casa a la espera de que vuelva el padre o el fantasma, una estación de esquí, y un desconocido que se cuela en una tranquila casa haciéndose pasar por un familiar. Escenarios cotidianos. Personajes de los que sabemos su nombre y su herida, pueblan este misterioso libro de cuentos. Un gato, aunque arañe, también esconde ternura. ¿Une más el daño que el amor?