Baraja de tarot Organizada en dos bloques de naipes, que constituyen los arcanos mayores y los menores.
Los arcanos mayores, que son las figuras tradicionales del juego del Tarot, están representadas en las ilustraciones con elementos culturales y populares malagueños, siguiendo la denominación y sentido que a dichas figuras se le atribuye en dicho juego.
Así, El Loco es representado por Chiquito de la Calzá, La Emperatriz lo es por la Virgen de la Victoria; La Torre es la existente de la Catedral (ya que está inconclusa), La Justicia, la Tribuna de los Pobres; La Rueda de la Fortuna, la Plaza de Toros de La Malagueta, o la Estrella, La Farola de Málaga, hasta completar las 22 cartas, que van numeradas del 0 al 21.
Por su parte, los arcanos menores, se ordenan como una baraja clásica en torno a cuatro palos: Biznagas, Pedritos, Espetos y Verdiales, que representarían los clásicos de la baraja española (oros, espadas, copas y bastos). En ellos, las figuras de cada palo (As, Rey, Reina, Caballo y Sota), representan a personajes históricos y populares de Málaga. Aparecen, entre otros Victoria Kent, Antonio Cánovas del Castillo, Antonio Molina, Anita Delgado, María Zambrano, Ibn Gabirol, Emilio Prados, Bernardo de Gálvez o El Piyayo.
El reverso de las cartas viene ilustrado con un patrón que repite, alternándose, anverso y reverso de un semis de Malaka, moneda fenicia del siglo II a. C.
Las 78 cartas se presentan en una caja de cartón kraft también ilustrada y se acompaña de un libreto en el que se explica tanto el sentido esotérico que se da a cada carta de los arcanos mayores, como la identificación y una breve explicación de la ilustración que las representa, tanto de dichas cartas como de las recogidas en las restantes cartas.