Esta es la obra maldita de Wilde, donde el autor hace un dibujo de sí mismo y de su contrafigura: un seductor insistente y un infiel constante, un celoso enamorado y un amante enardecido, un iniciador en los juegos eróticos y un discípulo aventajado. La confesión novelada de sus amores iba a convertir a "Teleny" en la obra más prohibida y silenciada del autor.