«En la actual situación no puedo permanecer callado», afirma Hans Küng: la Iglesia católica está enferma, quizá incluso moribunda. Retrógrada, androcéntrica, eurocéntrica, pretendiendo estar en posesión de la única verdad: así se presenta hoy la Iglesia católica, y de este modo no sobrevivirá. Pero, según Hans Küng, aún pervive la visión de otra Iglesia.
Hans Küng ha servido a la Iglesia católica durante toda su vida (ciertamente, no siempre para alegría de los papas): como teólogo respetado en el mundo entero, como sacerdote y como escritor. Ahora le presta un servicio como terapeuta: diagnosticando con claridad las causas de la enfermedad que padece la Iglesia y proponiendo remedios eficaces.
La crisis eclesial va mucho más allá de los casos de abusos a menores y del encubrimiento de tales conductas: se trata de una crisis fundamental del sistema romano. Una Iglesia que siga aferrándose al monopolio del poder y de la verdad, así como a su aversión a la sexualidad y su misoginia, una Iglesia que se niegue a introducir reformas y se cierre en banda al mundo moderno ilustrado no puede perdurar. Desde la confianza en que la Iglesia pueda recobrar la salud, este libro quiere abrir un «diálogo sobre el futuro».
Nacido en Sursee (Suiza) en 1928, se cuenta entre los pensadores sobresalientes de nuestro tiempo. Es catedrático emérito de Teología ecuménica en la Universidad de Tubinga y presidente de honor de la Fundación Ética Mundial.