La enigmática llamada de teléfono que recibe Federico en la piscina municipal de Chamberí y una extraña oferta de trabajo son el punto de inicio de una aventura indagatoria protagonizada por un cuarentón con estudios universitarios y sin perspectiva alguna de futuro. Éste, obligado por las circunstancias a convertirse en una suerte de espía mercenario, se verá envuelto sin remedio por una realidad turbia en la que nada es lo que parece, y en la que el odio, la venganza y la hipocresía terminarán por contagiarlo. Un Madrid contemporáneo y underground sirve como escenario para una historia en la que los personajes, todos ellos perdedores a su manera, luchan por sobrevivir en un entorno hostil y tratan de escapar de su marginalidad, pero terminan por chocarse con aquello de lo que tratan de huir: con lo que en el fondo son. La ópera prima de Alba Carballal, que bebe de referentes literarios como Eduardo Mendoza, Juan Marsé, J. K. Toole, David Foster Wallace o Michel Houellebecq, pero también de cineastas como Pedro Almodóvar, Álex de la Iglesia, José Luis Cuerda o Woody Allen, toma el estereotipo del bufón y lo pervierte para transformar una aparente comedia ligera en un amargo ejercicio de empatía con todos sus personajes.
Alba Carballal (Lugo, 1992) es arquitecta por la Universidad Politécnica de Madrid y estudió Derecho en la UNED. Ha trabajado como traductora y escribe habitualmente en medios como Arquitectura Viva y la web literaria Zenda. En 2016 obtuvo una beca de residencia literaria en la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores de Córdoba, durante la que desarrolló su primera novela, Tres maneras de inducir un coma.