En 2008, al publicar Hilo de nadie (DVD, Barcelona) se colaron entre los aforismos en prosa una serie de poemas en verso, sin puntua-ción. Esos poemas, como trozos desgajados de un posible texto de mayor recorrido, como células iniciales de algo en gestación, vinie-ron a reforzar la intención del autor de acercar el género aforístico al fragmento poético. Ya en 2006 había aparecido Vértices, un breve libro editado por el Centro Cultural Generación del 27. Tres movimien-tos constituye una suerte de continuación, en su dinámica y en su forma, de aquellas muestras, unos «Segundos vértices» que tendrán también nuevos hermanos. La palabra «movimiento» quiere esbozar-los en su transcurso, como si fluyesen y estuviesen de paso sobre el papel. También apunta al magnetismo de lo musical. Y marca incluso una vocación plástica en la disposición del poema, que dibuja varia-dos trípticos de pensamientos e imágenes. En Tres movimientos caben las claves de una mirada poética, sugeridas, apuntadas, abiertas, en fuga. Por eso este libro tiene algo de semillero. La tierra, el agua, el aire para que crezca la traen a estas páginas la imaginación y la respi-ración de cada lector.
Es autor de los libros de poemas Visiones y revisiones (Premio Luis Cer-nuda), Único norte, Puntos de fuga (Visor, Premio Fundación Loewe), Libro de los elementos (Visor, Premio Generación del 27), Nocturno casi (Tusquets, Premio Nacional de la Crítica y I Premio de las Letras Ciudad de Santander) y Para una teoría de las distancias (Tusquets). Reunió sus libros de aforismos en Dejar la piel (Pre-Textos, 2017). Ha traducido a John Keats (Belleza y verdad, Epístolas y otros poemas) y a Emily Dickinson (La soledad sonora). Coeditó Espacio Hierro y pu-blicó el ensayo José Hierro y el ritmo: la música por dentro. Codirigió la revista de literatura y arte Ultramar. Ha editado tres volúmenes de Poesía con Norte, sobre un ciclo anual de poesía que dirigió con ese mismo título.