Milan Kundera explora en estas páginas las perplejidades y las posibilidades que el arte en particular la literatura y la música posee para iluminar la existencia humana. Con la libertad de los grandes creadores, el novelista y pensador checo concita aquí una personal galería imaginaria del arte moderno en la que la obra de pintores como Bacon, escritores como Becket o Fuentes y músicos como Janacek o Schönberg se convierten, sobre todo, en una razón para vivir este accidente desprovisto de sentido que es la vida.