Los ensayos que componen esta obra constituyen una aproximación radical a la realidad europea del siglo XX vivida desde muy cerca. Al analizar el Holocausto, el acontecimiento más sangrante de la historia reciente, el autor se basa tanto en la propia experiencia como en décadas de reflexión, y aporta una luz decisiva al cuadro que compone la humanidad contemporánea.
Pero en este libro no sólo habla una voz que ha vivido la experiencia, sino también una voz europea enmarcada en un arco geográfico que comparte un patrimonio cultural y espiritual. Kerstész habla de su propio país, Hungría, sobre su capital, sobre el concepto de patria en general y sobre algunas de las figuras más importantes de la literatura húngara, tales como Márai, Radnóti o Krúdy.
Imre Kertész (Budapest, 1929) sobrevivió a los campos de concentración de Auschwitz y Buchenwald, adonde fue deportado siendo adolescente. Tras su liberación, en 1945, volvió a Hungría a terminar sus estudios, y después de una breve incursión en el periodismo comenzó a escribir piezas teatrales y guiones cinematográficos, al tiempo que desarrollaba una importante carrera como traductor. A partir de su primer libro, Sin destino (1975