Así es como se libran ahora las guerras: con niños traumatizados, drogados y empuñando AK47. Los niños se han convertido en los mejores soldados. En los más de cincuenta conflictos violentos que existen actualmente en el mundo, se cree que hay más de 300.000 niños soldado. Ishmael Beah fue uno de ellos. ¿Cómo se ve la guerra a través de los ojos de un niño soldado? ¿Cómo se convierte uno en asesino? ¿Cómo deja de serlo? Los niños soldado han sido descritos por periodistas, y los novelistas se han esforzado por imaginar su vida. Este relato, contado en primera persona, es el de alguien que ha estado en el infierno y ha sobrevivido. En Un largo camino: memorias de un niño soldado, Ishmael Beah cuenta una historia espeluznante. A los doce años, huye del ataque de los rebeldes y vaga por un país que la violencia ha vuelto irreconocible. A los trece años, entra en el ejército y descubre que él, un buen chico, es capaz de cometer actos terribles. Es un relato único y sorprendente, contado con auténtica fuerza literaria y franqueza.
(Sierra Leona, 1980) Escritor y activista nacido en Sierra Leona, Ishmael Beah se trasladó a los Estados Unidos en 1998 luego de escapar de la guerra civil que asoló su país durante 11 años. Terminó sus dos últimos años de escuela secundaria en la Escuela Internacional de las Naciones Unidas en Nueva York. En 2004 se graduó en el Oberlin College con un B.A. en Ciencias Políticas. Es miembro del Comité Asesor de la División de Derechos del Niño de Human Rights Watch. Es autor de los libros Little Family y Radiance of Tomorrow, entre otros.