CARR, JAMES LLOYD / BENÍTEZ ARIZA, JOSÉ MANUEL
Tom Birkin, superviviente de la Primera Guerra Mundial, con los nervios destrozados, abandonado por su esposa, sin blanca`. acude al pueblecito de Oxgodby con el encargo de restaurar un mural medieval en la parroquia. Cabría esperar que esta labor de restauración se extendiese a su propia personalidad estragada, y que el apacible medio rural al que se ha trasladado fuese el escenario más adecuado para ello. Birkin, no obstante, es un hombre de su tiempo: dotado de una autoconsciencia excesiva, la lucidez y la consiguiente ironía filtran sus impresiones y crean un estado de alma en el que la asunción de un modo de vida más digno y humano parece posible, pero obligaría a importantes renuncias. En algún momento, no obstante, al cabo de ese mágico mes en el campo, Birkin parece haber alcanzado el necesario punto de equilibrio entre el nihilismo del superviviente y la renacida fe en la vida de quien atisba la posibilidad del amor, la sociabilidad y el sentimiento del paisaje y la Historia.\n