Un maníaco anda suelto por las calles del East End londinense. Las comparaciones son odiosas, pero el modus operandi del criminal le acerca demasiado al perfil del ya mítico Jack el Destripador: después de cada asesinato, arranca e ingiere una parte del cuerpo de su víctima. El nuevo monstruo del East End es objeto de toda la atención de los medios, que le han apodado Wolfman (Hombre Lobo) por haber sido hallada debido a que su primera víctima ha sido hallada en Wolf Street.
Scotland Yard pide ayuda al el inspector Rebus, experto en crímenes macabros, es requerido por Scotland Yard para que colabore en la investigación, algo que el inspector George Flight verá como una interferencia innecesaria y molesta. Si quiere resolver el caso, Rebus deberá lidiar no solo con el esquivo asesino, sino también con su hostil colega londinense y con la presencia de una atractiva psicóloga que despertará sus instintos más incontrolables.
Ian Rankin vuelve a sobrecoger a los lectores con una terrorífica historia cargada de intriga y verosimilitud.
IAN RANKIN (Cardenden, 1960) cursó sus primeros estudios en su pueblo natal y más tarde los amplió en la Universidad de Edimburgo, donde se alejó de la poesía para dedicarse al relato breve. Con este género obtuvo varios premios literarios, y uno de esos relatos fue creciendo hasta transformarse en su primera novela. Escribió sus tres primeras novelas cuando supuestamente estudiaba para licenciarse en Literatura Inglesa. La tercera de ellas, Nudos y cruces (SN, 118), fue la que dio vida al inspector Rebus, a la que siguieron muchas otras. En Serie Negra ha publicado toda su obra: El escondite (SN, 137), Black &