Adaptado al teatro y al cine, hacía muchos años que no se reeditaba este libro mítico, Valentín (Homenaje a William Shakespeare), el que para muchos es el mejor exponente de la obra narrativa del también poeta Juan Gil-Albert. El libro bucea, como pocas veces se ha hecho, en la pasión homoerótica, enmarcando la acción en otra pasión: la dramaturgia de Shakespeare. En palabras de Jaime Gil de Biedma, en el protagonista de esta tan breve como intensa y turbadora novela tenemos «el peso de una doble decepción: la de la insuficiencia del arte, la de la irremediable insuficiencia de la vida».«Larga, variada, enriquecedora, desmesurada si él mismo no fuera la medida, la obra de Juan Gil-Albert nos asombra y conmueve porque está hecha en la soledad sin halagos de un exilio interior.»PABLO GARCÍA BAENA«Siempre estuvo sobre el mismo eje, gravitando hacia su cumplimiento, pero no mostró su rostro sino en su madurez, tras el exilio, ya de nuevo en el paisaje mediterráneo que le sirvió de fundamento.»JUAN MALPARTIDA
juan
gil-albert nació en Alcoy (Alicante) en 1904, en el seno de una
familia acomodada, y murió en Valencia en 1994. Licenciado en Filosofía y en
Derecho, publicó en 1936 su primer libro de poemas, misteriosa presencia. Al estallar la guerra civil española,
militó comprometidamente en el bando republicano; fue secretario de la
subsección de Literatura en la Alianza de Intelectuales Antifascistas, y
colaboró en la fundación de la revista hora
de españa, de la que fue secretario, así como en el Segundo Congreso
Internacional en Defensa de la Cultura. En 1939 se exilió en México, donde
trabajó con Octavio Paz en la revista taller
y escribió las ilusiones. Regresó
a España en 1947, y durante una larga etapa de «exilio interior», que duró más
de veinticinco años, publicó muy pocas obras, entre ellas los poemarios el existir medita su corriente (1949) y
concertar es amor (1951), hasta
su redescubrimiento con la antología poética fuentes
de la constancia (1972). A partir de 1974 aparecen numerosas obras,
entre ellas las prosas de crónica
general, la novela valentín
y el ensayo heraclés. gil-albert, cuya influencia en las
letras hispánicas no ha cesado de aumentar con el paso del tiempo, recibió la
Medalla de Oro de las Bellas Artes.