Alguien dirige una carta a un escritor fallecido. Una familia cargada de hijos atraviesa un continente devastado por la guerra, en busca de un balneario. Un viajante de comercio comienza a sospechar que en su rutina diaria acecha un reverso alarmante, tras varíos encuentros fortuitos con dos personajes anónimos. Un hombre y una mujer se dan cita cada tarde, sin ellos mismos saberlo, bajo las luces de un parque romano: él ha extraviado una habitación y ella ha extraviado una historia. Un catedrático celebra a solas el paso a un nuevo año encerrado en su automóvil. Son, todas ellas, existencias que se debaten entre la banalidad y el prodigio. constituyen el pretexto para levantar una escritura cargada de olores y sabores, allí donde la memoria de cada cual inventa jardines, trafica sensaciones, protagoniza sombras, puesto que en este libro rápido y lento, el lector no encontrará otra velocidad que la que el tiempo impulsa ni viaje más difícil que el regreso a los pupitres. Un primer libro de relatos que nos revela a un joven autor con una altísima calidad literaria.
Eloy Tizón (Madrid, 1964) es autor del libro de cuentos Velocidad en los jardines (Anagrama 1992), elegido por los críticos de El País como uno de los 100 libros españoles más interesantes de los últimos 25 años.