Saber improvisar no sólo es imprescindible para los actores, actrices y cómicos. Saber improvisar es también esencial para comerciales y vendedores, escritores, políticos, presentadores de televisión y en, definitiva, para cualquier persona ya que improvisar es algo que hacemos diariamente. Nadie vive siguiendo un guión que nos indique qué debemos hacer, cómo actuar o cómo reaccionar ante las situaciones de la vida.