Este libro constituye el segundo de una trilogía que cuenta cada uno de los primeros tres viajes que Gonzalo Sichar, observador de derechos humanos, realizó a Guatemala. El autor pudo compartir la esperanza de unos retornados guatemaltecos, que tras una década de refugio en diferentes estados del sur mexicano volvieron a su tierra con la ilusión de contribuir a la construcción de un país en paz y en democracia. Estas ilusiones y la tristeza de recordar un pasado cruento en la que el ejército practicaba una política de tierra arrasada eran compartidas por la gente con los observadores internacionales que acompañaban el proceso de retorno para que éste se diera con ciertas garantías de seguridad. El 5 de octubre de 1995 una patrulla militar, quizá aprovechando la ausencia de acompañantes internacionales, irrumpió en la comunidad Aurtora Ocho de Octubre y cometió una masacre contra su población indefensa. Tras este acontecimiento tan trágico el autor regresó a la comunidad donde convivió con una gente inundada de tristeza y de miedo ante la posibilidad de nuevos ataques, pero también llena de la energía de un pueblo milenario que no se rinde fácilmente