El mariscal de Richelieu (sobrino nieto del célebre cardenal de Richelieu) fue un astuto seductor que inspiró, entre otros, los personajes de Valmont en Las amistades peligrosas y de Cherubino en la obra de Beaumarchais y Mozart. Cortesano durante los reinados de Luis XIV y Luis XV, embajador en Viena y Dresde, arrojado militar y político influyente, encarcelado tres veces en la Bastilla, exportador del all-i-oli (que probó en Mahón) con el nombre de mayonesa, el mariscal cortejó a lo largo de su prolongada vida a innumerables mujeres valiéndose de las estratagemas más variadas y, en ocasiones, rocambolescas. Descarado, inasequible al desaliento, las dificultades acicateaban su búsqueda incansable del placer. Las mujeres, a su vez, se disputaban su corazón y se batían incluso en duelo con pistola por él, por lo que su fama de conquistador traspasó fronteras.