En el mundo occidental, la primera figura que encarna el arqueVpo del mediador sapiencial entre la
comunidad humana y lo divino es Pitágoras de Samos. Las implicaciones de sus doctrinas en la historia de
las ideas son enormes, pues sus invenciones abarcan todos los campos del saber: matemáVcas,
astronomía, filosoca, retórica, políVca, adivinación, medicina y religión. Nada escapa a este sabio griego,
al que se atribuyen un famoso teorema matemáVco, las escalas musicales y la noción de la inmortalidad
del alma.
La primera parte del libro estudia la figura legendaria de Pitágoras, la colección de sus y la tradición
pitagórica entre la realidad y la leyenda. La segunda parte presenta en una nueva traducción anotada,
una recopilación de todas las biogracas del filósofo, a cargo de Diógenes Laercio, Porfirio de Tiro,
Jámblico de Calcis y, como novedad, la escrita por el historiador griego Diodoro de Sicilia (s. I a.C.) la más
anVgua que se conserva y la de Focio de ConstanVnopla (s. IX), además del breve epítome de la
enciclopedia bizanVna Suda (s. X).
Es licenciado en derecho y en filologí