La obra de Plutarco abarca todos los campos posibles del saber antiguo: la historia, la filosofía, la
astronomía, la mitología, la medicina, la historia de la religión, etc. En el ambicioso proyecto de las Vidas paralelas,
cuya edición completa en castellano, por primera vez en nuestra lengua, está llevando a cabo la Biblioteca Clásica
Gredos, Plutarco traza las semblanzas biográficas de varios personajes relevantes de la historia de Grecia y Roma
mediante un curioso método: elige a un griego y a un romano cuyas vidas son similares, bien por sus éxitos, bien por
sus fracasos, o su ambición, su crueldad, etc., y escribe sus vidas y, en muchas casos, una comparación final. Las
parejas aquí presentadas son Filopemén-Flaminio, Arístides-Catón y Pirro-Mario. En todas ellas Plutarco muestra un fino
olfato psicológico a la hora de pintar sus retratos, a la vez que hace gala de su erudición histórica, científica. Su
calidad narrativa y su inteligente sentido del humor hacen que su obra haya sido muy influyente en la literatura
posterior, siendo Quevedo y Shakespeare dos de sus más célebres lectores y admiradores.
Plutarco (45-120 d. C.) creció en el seno de una familia culta de Queronea durante la dominación romana de Grecia. Su formación filosófico-religiosa le aproximó al estoicismo, manifestándose incompatible con la ética epicureísta. En su obra Moralia (denominada también Obras morales y de costumbre) Plutarco plantea las bases teóricas de su ideal moral, mientras que en Vidas paralelas refleja la plasmación práctica de dichos ideales en figuras arquetípicas de la antigüedad greco-romana. El diálogo Sobre el amor, cuyos precedentes literarios se hallan en el Banquete y el Fedro platónicos, se centra en una cuestión concreta y particular: ¿deberá el joven Bacón renunciar a sus amantes masculinos y casarse con Ismenonodora?; y otra más general, sobre la realidad y esencia misma del amor. Antonio Guzmán Guerra, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, incorpora en esta edición, vertida directamente del griego, abundantes notas que contribuyen a la localización y contextualización de la gran cantidad de citas literarias con las que Plutarco solía adornar sus obras.