Viejos y jóvenes posiblemente sea la obra más vasta y compleja de Pirandello. En palabras del autor, es la novela de Sicilia en 1870, muy amarga y poblada novela, en la que está encerrado el drama de mi generación . Para los sicilianos, el período inmediatamente posterior a la Unificación supuso el naufragio de las esperanzas que habían puesto en los nuevos tiempos tanto los intelectuales como clase política o el pueblo. La novela de Pirandello bosqueja la situación de la Sicilia postunitaria y amplifica esa profunda crisis social y humana, para la que la recién estrenada realidad nacional no aporta soluciones. Escrita en 1899 y revisada posteriormente en varias ocasiones, Viejos y jóvenes constituiría para Pirandello la novela de toda una vida, no sólo por el largo período de creación, sino porque está sembrada de recuerdos autobiográficos y centrada en torno a la historia de su tierra natal, Agrigento, de cuya decadencia se dolería igual que lo hicieran, cada cual a su manera, otros dos ilustres literatos sicilianos, De Roberto en Los Virreyes y Lampedusa en El gatopardo . En este fracaso colectivo, los viejos no logran estar a la altura de los ideales de progreso civil por los que habían luchado, como no lo están los jóvenes, contaminados por el mercantilismo o perdidos en fantasías sentimentales e irrealizables. La carrera literaria de Luigi Pirandello (Agrigento, 1867Roma, 1936), por la que recibió el Premio Nobel de Literatura en 1934, abarca formas muy diferentes de escritura que se proyectan desde la poesía al ensayo, o bien van de la narrativa al teatro. Se trata de géneros que fue cultivando a lo largo de su vida con distinta intensidad, pero de forma simultánea. Gran parte de la obra literaria de Pirandello se plantea como una simbiosis entre narrativa y teatro, en la que muchos relatos se convierten en núcleo de futuras adaptaciones teatrales.
Luigi Pirandello (Agrigento, 1867-Roma, 1936) es uno de los grandes maestros de la literatura universal. Escritor, dramaturgo y narrador innovador, lúcido analista de la múltiple y cambiante identidad humana, supo aunar con inigualable destreza arte y vida, operando una auténtica revolución artística que dejó tras de sí una obra tan copiosa como irreemplazable. En Acantilado ha aparecido ya el libro de relatos La tragedia de un personaje (1922) y Uno, ninguno y cien mil (2004).