CABRERIZO, FELIPE / AGUILAR, SANTIAGO
Vittorio De Sica (1901-1974) necesita de bien poca presentación. Su rostro de galán maduro retrechero es tan emblemático de las comedias del neorrealismo rosa como la exuberancia anatómica de la Loren o la Lollo. Su apellido, en cambio, es sinónimo de neorrealismo. En " El limpiabotas " , " Ladrón de bicicletas " , " Milagro en Milán " y " Umberto D " . se cifra no solo una forma de hacer cine, sino de entender el mundo. Con la complicidad de Cesare Zavattini concibió y puso en práctica un nuevo modo de enfrentarse a lo real que configuró el debate teórico cinematográfico mundial durante una década.
Jano bifronte, De Sica se disocia primero en galán teatral y cineasta comprometido, para escindirse más adelante en artífice de productos de prestigio internacional avalados con cuatro premios Oscar y películas populares protagonizadas por Sofia Loren y Marcello Mastroianni. El presente estudio analiza su filmografía como director sin olvidar las otras facetas de su trabajo, ofreciendo una visión poliédrica de uno de los mayores hombres del espectáculo de la Europa del siglo XX.
Felipe Cabrerizo (San Sebastián, 1973) es el realizador de Psycho Beat!, ese programa radiofónico de culto con el que desde hace ocho años puede usted menear el bullarengue a ritmo del mejor beat y ye-yé sesentero sin que se haya filtrado jamás en él un tema anglosajón. Puede que sea un proyecto de consolación, porque lo que a él le gustaría hacer es un programa dedicado exclusivamente a Johnny Hallyday que ninguna cadena tiene agallas de acoger, pero la verdad es que le da unas alegrías enormes. Una de ellas, y no la menor, es haberle permitido levantar la colección Libros Psycho Beat!, que arrancó hace dos años con Gainsbourg: Elefantes rosas (2016), escrito por él mismo, y que tuvo continuidad con las memorias de Françoise Hardy La desesperación de los simios... y otras bagatelas (2017). Este Johnny Hallyday: A toda tralla es la tercera entrega y amenaza con estar preparando ya una cuarta. Cuando no está embarcado en estos líos, se dedica a hacer cosas caudalosamente remuneradas. Escribe, traduce y busca libros por lugares recónditos, programa salas de cine y festivales, da clases, pincha discos, escribe artículos en prensa y libros colectivos e incluso es uno de los realizadores del programa Música para autos de choque. Y mientras intenta llegar a fin de mes con tanto disparate reconstruye pacientemente la biblioteca de Alejandría en su piso de cuarenta metros de Lavapiés.