Desde que hace veinte años viajó a Guinea Conakry para trabajar con los desplazados por la guerra en la frontera liberiana, Gonzalo Sánchez-Terán ha sido testigo del dolor de los campamentos de refugiados africanos. Esa experiencia se refleja en los versos de Y corrí cual si el mal tuviera lindes, tributo a millones de mujeres y hombres que yerran por el planeta desposeídos de derechos, en busca de seguridad. La mayoría de los poemas de este libro, fruto de cuanto observé en las estrofas de la Tierra, fueron escritos en lugares en conflicto y recogen tanto la rabia y la desesperación del autor, como su fe en la razón y el alma del ser humano.
(Madrid, 1971) trabaja desde 2001 organizando e implementando proyectos de emergencia en campos de refugiados y desplazados internos en Guinea Conakry, Liberia, Costa de Marfil, República Centroafricana, la región de Dar Sila, en la frontera entre Chad y Darfur, y la frontera entre Etiopía y Somalia. Desde 2014 es el Director Adjunto de Programas Humanitarios del Center for International Humanitarian Cooperation de la Universidad de Fordham, en Nueva York. Ha publicado los poemarios, "Así en la tierra como en tu cuerpo" (Premio Ciudad de Irún 2000), "Desvivirse" (Premio de Arte Joven de la Comunidad de Madrid 2001) y "Si esto sirviera para hablar del río" (2020), así como el epistolario, "El silencio de Dios y otras metáforas, Una correspondencia entre África y Nueva York" (2009), junto al periodista Alfonso Armada.