RICHTER, JUTTA / MULLER, HILDEGARD (Ilustración)
¿Quién mejor que Jutta Richter para contarnos una tierna y divertida historia, casi filosófica, sobre las relaciones entre los perros y los hombres? En Yo aquí sólo soy el perro, el punto de vista se invierte y es el perro quien nos cuenta cómo es esa relación.
La fluidez y el ritmo narrativo hacen de esta historia una pequeña pero notable obra de arte.
"Desde hace siglos, el perro acompaña y protege a las personas. La literatura para niños ha narrado sucesivamente esa estrecha relación. También Jutta Richter escribe, con Yo aquí sólo soy el perro, desde la perspectiva de un cuadrúpedo, la historia de esa relación dándole continuidad con una pequeña pero notable obra literaria.
Anton, así se llama el protagonista, es un perro con un pasado inmigratorio al que no le resulta fácil olvidar su patria. Y eso que Anton ha tenido suerte. El perro pastor húngaro ha encontrado un nuevo hogar con Friedbert, Emily y su pequeña hija. Sin embargo, los tres se comportan de forma muy distinta a las ovejas, las reses y los chacales que viven en la Puszta, su patria, de forma que los malentendidos, choques y situaciones divertidas se hacen inevitables.
De forma brillante, alejada de todo kitsch, Jutta Richter narra cómo y por qué casi cualquier cachorro puede catapultarse en los pequeños corazones de las personas... La fluidez y el ritmo narrativo desarrollan en el lector una atracción que le permiten intuir cuánta felicidad significa tener consigo a un vagabundo como Anton". (Süddeutsche Zeitung)