Yo nunca a mi ley falté, llega al mundo del flamenco a modo de mapa, de guía elemental en la que se trazan los pasos que los artistas han de seguir para poder transitar por los laberintos normativos que regulan su actividad profesional sin caer en el desaliento , y más tarde en la dejadez; un asunto que se ha convertido en una rémora para estos trabajadores a los que, por las propias características de este género y por la idiosincrasia de sus partícipes, les cuesta trazar la línea fronteriza que divide las cualidades innatas que atesoran y la comercialización de las mismas.
Antonio Ortega es consultor de marketing digital, especializado en embudos de venta digitales. Ayuda a crear y optimizar embudos para incrementar las ventas. Formador en diferentes instituciones.