En esta obra destaca sobremanera el genio militar de Lisandro de Esparta, famoso por recibir en vida honores divinos antes que el propio Alejandro, y la forma en que derrotó al imperio ateniense, prácticamente sin dinero y en el terreno de su enemigo: en el mar. No sería la última vez que una potencia de tierra pudiera vencer a un imperio marítimo. Alejandro demostró que a pesar de que cada circunstancia histórica es única, se pueden tomar lecciones del pasado para forjar el futuro. Una lección seguida por Aníbal, Escipión y César, entre otros personajes posteriores.
JENOFONTE DE ÉFESO. Escritor griego del siglo II d.C., autor de la novela en cinco libros titulada Las Efesíacas o bien Antía y Habrócomes, por el nombre de sus protagonistas. Nada sabemos del autor, cuyo nombre es quizá un seudónimo adoptado por varios novelistas en recuerdo del Jenofonte ateniense, autor de la biografía novelada del rey persa Ciro, la Ciropedia. Sin embargo parece que el autor era efectivamente de Éfeso o de la zona cercana, como parece indicar su preciso conocimiento de la ciudad y comarca, en contraste con las imprecisiones y vaguedades en que incurre al trasladar la acción a otros países, como Egipto.