Por primera vez en lengua española estará finalmente a disposición de los lectores curiosos, si no la inmensa edición completa, si una sustanciosa selección de los ya míticos diarios del no menos legendario poeta italiano, Giacomo Leopardi, uno de los grandes clásicos de la poesía universal. Zibaldone de pensamientos es, en realidad, un texto de difícil clasificación : diario intelectual y vital, es al mismo tiempo prosa poética, ensayo filosófico y literatura aforística de carácter moral, lo cual lo convierte en una obra única en el panorama de la cultura y del pensamiento moderno. Esto tal vez explique el creciente interés que suscita más de un siglo después. Iniciado en el verano de 1817, cuando Leopardi tenía diecinueve años y abandonado en el invierno de 1832, cinco años antes de su muerte, estos diarios se erigen no sólo en el escenario de la lucha del poeta por forjarse una concepción propia del mundo, sino también en el testimonio de la variedad de frentes en la que se adentra para alcanzar su objetivo : la reflexión política y moral anda pareja con la indagación filológica, el análisis filosófico y el autoanálisis lúcido y despiadado con la propuesta estética. Rafael Argullol, escritor y filósofo español, autor, entre otros, de dos estudios importantes sobre Leopardi, privilegió para hacer esta edición los contenidos de alcance general a costa de los más específicamente locales. Dio también prioridad a todos aquellos aspectos que contribuyen a hacernos comprender la posición de Leopardi como interlocutor sobresaliente del pensamiento moderno. Para la traducción, Ricardo Pochtar trabajó sobre la edición antológica en cuatro volúmenes preparada por Sergio Y Raffaella Solmi (Riccardo Ricciardi Editore, Milán-Nápoles, 1996 y Einaudi Editore, Turín, 1997). Giacomo Leopardi, que murió a los treinta y nueve años tras una larga y «romántica» enfermedad, dejó una de las obras poéticas más extensas y más importantes de la cultura occidental.
Giacomo Leopardi nació en 1798 en Recanati (Italia), hijo del conde Monaldo Leopardi y de la marquesa Adelaida Antici. A los 18 años escribe odas griegas y de erudición histórica y filológica, así como libros de carácter enciclopédico. En 1817 anota los primeros pensamientos para el que habría de ser una especie de voluminoso diario, el Zibaldone. En 1819 madura su «conversión filosófica» y tiene lugar el paso de la poesía a la filosofía que caracterizará a su obra. Tras un fallido intento de fuga de su casa, en 1823 viaja a Roma. Residirá después en Milán, Bolonia, Florencia y Pisa. En 1831 ve la luz en Florencia la edición de los Cantos. En 1836, para huir de la amenaza del cólera, se refugia en La Ginestra, en las laderas del Vesubio, y el 14 de junio de 1837 muere a los 39 años.