No hay, probablemente, en toda la literatura occidental una obra más rica en motivos que la Odisea, compuesta a finales del siglo viii a. C. por un gran poeta que llamamos Homero. Aunque compuesto en hexámetros y según las técnicas tradicionales de la composición oral, el Poema de Ulises es mucho más moderno y vario que un cantar de gestas guerreras. Es, como se ha dicho muchas veces, un primer relato de aventuras casi novelescas, con diversos registros y ambientes, como es también diverso y versátil su protagonista, Odiseo. Sus grandes lances son bien conocidos por todos, incluso por quienes no han leído la obra, pero tener acceso a una traducción rítmica tan cuidada como la que ofrece este volumen, pulida a lo largo de muchos años, acentúa el placer de sumergirse en este texto.
Según la tradición, el poeta griego Homero (ss. IX-VIII a. de C., aproximadamente) fue el autor de la Ilíada y de la Odisea, por lo que es considerado uno de los escritores más influyentes de todos los tiempos. Algunos críticos modernos, sin embargo, mantienen que Homero no fue el auténtico creador de estas obras, sino que se limitó a compilar y unificar una gran cantidad de relatos orales que él mismo recitaba. Sea como fuere, ambos poemas se convirtieron en la base de la educación y cultura griega en la época clásica, así como de la literatura occidental moderna.