A Paul, cuyo corazón está tan estropeado como su matrimonio, sólo le queda un mes de vida a menos que antes puedan hacerle un transplante. Entretanto, una vez superado un pasado oscuro, la vida de Cristina está llena de alegría y satisfacciones gracias a sus hijas y a su marido arquitecto. Por otra parte, tras su estancia en la cárcel, Jack encuentra la paz refugiándose en la religión y en su familia, y lucha por abrirse camino sin volver a caer en la delincuencia. Pero la vida de estas tres personas no sigue el camino esperado. Un trágico accidente les unirá de manera insospechada y les pondrá a prueba. En esta audaz y brillante obra, Guillermo Arriaga se mueve con naturalidad entre el pasado y el presente. Así, mientras el tiempo marca profundamente la narración, el lector se verá transformado en un participante activo desde la primera escena.
Soy chilango. Nacido en el 58. Piscis, del 13 de marzo. Soy hijo de Carlos y Amelia; esposo de Maru; padre de Santiago y de Mariana; hermano de Patricia, Carlos y Jorge; tío de Alan y hermano de esos otros hermanos que son los amigos. No fumo ni bebo. Soy abstemio desde niño. Detesto a los que dicen: "Desconfío de los que no beben alcohol". Detesto también a la gente pusilánime. Admiro a los intensos, a los que van con todo, a los que no se detienen: a los hombres y mujeres que dejan pedazos de piel por donde caminan. Carezco de olfato y me quedé calvo. De chavo era muy malo para la madriza (por eso precisamente no tengo olfato), pero luego me compuse y aprendí a meter las manos. Intenté ser boxeador de peso semicompleto. No lo logré. También quise ser futbolista profesional. Tampoco. Quise ser un buen basquetbolista, pero me ganó la desidia y terminé como jugador de cascaritas de apuesta. Crecí en la colonia Unidad Modelo, Delegación Ixtapalapa, en el Distrito Federal. Mido 1.88 y peso 90 kilos. Soy cazador. Como dice Miguel Delibes: "un cazador que escribe". Creo que la cacería es uno de los últimos y más profundos ritos a los cuales puede acceder un ser humano. La literatura también es uno de nuestros últimos ritos. Contando historias los seres humanos podemos festejar los hondos dolores de la vida. Por eso se siguen escribiendo novelas y cuentos y guiones. Por eso escribo yo. Soy autor de tres novelas: Escuadrón Guillotina (1991), Un dulce olor a muerte (1994) y El búfalo de la noche (1999) y un libro de cuentos, Retorno 201 (2003). Mi obra está traducida a nueve idiomas: inglés, alemán, griego, checo, hebreo, holandés, portugués, italiano y francés.
Soy autor también de los guiones Amores perros (2000), 21 Gramos (2004) y Babel, dirigidas por Alejandro González Iñárritu, y Los tres entierros de Melquíades Estrada, dirigida por Tommy Lee Jones. Por este guión gané la Palma de Oro al mejor guión en el Festival Internacional de Cine de Cannes.