En la ciudad de México, las vidas de Octavio, Valeria y el Chivo se cruzan en un terrible accidente de tráfico que les marcará para siempre. El joven Octavio se introduce en el mundo de las peleas de perros clandestinas con el fin de conseguir el dinero necesario para poder escapar de casa con su cuñada. Mientras, la vida de la modelo Valeria suma al creciente éxito profesional un gran triunfo personal cuando su amante deja a su familia para vivir con ella. Pero el accidente trunca esa felicidad y la pone a prueba. Como al Chivo, quien, pese a su libertad de vagabundo, se encuentra aprisionado por un pasado que le impide recuperar el contacto con su hija tras veinte años. El rotundo éxito internacional de la película Amores perros (2000) terminó de confirmar la calidad del nuevo cine mexicano y sacó a la luz el dominio narrativo de un autor, Guillermo Arriaga, que ya había destacado con sus novelas y que triunfó con esta obra de intensas emociones sobre la redención y sobre la vulnerable y compleja experiencia humana.
Soy chilango. Nacido en el 58. Piscis, del 13 de marzo. Soy hijo de Carlos y Amelia; esposo de Maru; padre de Santiago y de Mariana; hermano de Patricia, Carlos y Jorge; tío de Alan y hermano de esos otros hermanos que son los amigos. No fumo ni bebo. Soy abstemio desde niño. Detesto a los que dicen: "Desconfío de los que no beben alcohol". Detesto también a la gente pusilánime. Admiro a los intensos, a los que van con todo, a los que no se detienen: a los hombres y mujeres que dejan pedazos de piel por donde caminan. Carezco de olfato y me quedé calvo. De chavo era muy malo para la madriza (por eso precisamente no tengo olfato), pero luego me compuse y aprendí a meter las manos. Intenté ser boxeador de peso semicompleto. No lo logré. También quise ser futbolista profesional. Tampoco. Quise ser un buen basquetbolista, pero me ganó la desidia y terminé como jugador de cascaritas de apuesta. Crecí en la colonia Unidad Modelo, Delegación Ixtapalapa, en el Distrito Federal. Mido 1.88 y peso 90 kilos. Soy cazador. Como dice Miguel Delibes: "un cazador que escribe". Creo que la cacería es uno de los últimos y más profundos ritos a los cuales puede acceder un ser humano. La literatura también es uno de nuestros últimos ritos. Contando historias los seres humanos podemos festejar los hondos dolores de la vida. Por eso se siguen escribiendo novelas y cuentos y guiones. Por eso escribo yo. Soy autor de tres novelas: Escuadrón Guillotina (1991), Un dulce olor a muerte (1994) y El búfalo de la noche (1999) y un libro de cuentos, Retorno 201 (2003). Mi obra está traducida a nueve idiomas: inglés, alemán, griego, checo, hebreo, holandés, portugués, italiano y francés.
Soy autor también de los guiones Amores perros (2000), 21 Gramos (2004) y Babel, dirigidas por Alejandro González Iñárritu, y Los tres entierros de Melquíades Estrada, dirigida por Tommy Lee Jones. Por este guión gané la Palma de Oro al mejor guión en el Festival Internacional de Cine de Cannes.