Paradigma del Romanticismo español más auténtico, Larra fue un agudísimo observador de la realidad que le
rodeaba. Sus artículos de costumbres son ventanas abiertas a la España del siglo xix; sus comentarios políticos, dardos
envenenados contra unas estructuras anquilosadas; sus textos de crítica literaria, acertados análisis repletos de
propuestas e ideas para mejorar el panorama de las letras españolas y desligarse de la por entonces omnipresente
influencia de la literatura francesa. Larra es hijo de su tiempo, pero también un escritor actual cuya influencia aún
es palpable dos siglos después de su nacimiento. «La ironía de Larra -burlona a trechos, y a trechos, amarga- es
siempre extraordinariamente personal. Sus cuadros de costumbres, llenos de flechas emponzoñadas contra el patriotismo
de los "castellanos viejos" o la cerrazón de los facciosos partidarios de Don Carlos, figuran por derecho propio entre
las obras más importantes de nuestra literatura». Juan Goytisolo
Mariano José de Larra (Madrid, 1809-1837) fue un conocido escritor y periodista del siglo XIX. Pasó sus primeros años en Burdeos, ciudad en la que su familia tuvo que refugiarse tras la expulsión de los franceses en 1812 por el cargo de su padre como médico militar al servicio de José Bonaparte. En 1818 volvieron a Madrid, donde Larra comenzó sus estudios de Medicina, que no acabó; más tarde se trasladó a Valencia y a Valladolid a estudiar Derecho. Fundó dos periódicos: El Duende Satírico del Día (1828) y El Pobrecito(1832-1833) y colaboró en diversas publicaciones. Escribió la novela El doncel de Don Enrique el Doliente (1834) y la obra de teatro Macías (1834), pero sobre todo es conocido por los Artículos de costumbres, donde hace un certero retrato crítico de la sociedad española de su época.