Año 152 a.C. Tras la derrota de Aníbal Barca, la ciudad de Cartago se mantiene como una nación humillada sometida al arbitrio de una cambiante y a cada momento más poderosa República de Roma. Sin embargo, y ante la prohibición de iniciar cualquier guerra, Cartago se dedica a prosperar como potencia comercial y financiera, y los romanos se dan cuenta de que su antiguo enemigo militar es ahora un peligroso rival económico. Frente a esta situación, un sector de los patricios romanos buscará la mejor excusa para disfrazar de conflicto defensivo lo que llevan planificando desde hace ya mucho tiempo: destruir de manera definitiva a Cartago. ¿Por qué odiaban y temían tanto los romanos a esta ciudad en el pasado poseedora de un extraordinario imperio que casi derrotó a Roma que se empeñaron en hacerla desaparecer irremediablemente de la Historia, para que nada ni nadie la volviese a mencionar?¿Qué era lo que les asustaba de esta fascinante y cautivadora cultura, cuál era el secreto que podía albergar su último mensaje entre las noches más oscuras, que estuvieron dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de que éste no saliera a la luz jamás?