En el rico y completo mundo creado por El Cuarteto de Alejandría, Clea aporta sobre todo la dimensión temporal en la vida de un entrañable grupo de personajes. Mnemjian, el barbero llega a la isla con un mensaje de Nessim. Darley regresa a Alejandría, que no ha perdido su poder de fascinación pese a encontrarse en plena guerra, y Clea está esperándole sin saber a ciencia cierta qué espera. El episodio final de esta novela, con una incomparable escena bajo el agua, es uno de los pasajes más rotundos e inolvidables que jamás se hayan escrito. El cuarteto culmina así como una exuberante sinfonía, para anunciar el múltiple y eterno despertar del universo, en el que al lector le toca un papel protagonista.