Para quienes aún entienden que la literatura
y la diversión no deben andar reñidas, ha escrito Juan
Manuel de Prada este libro, una pieza insólita en el panorama
editorial de nuestro país que, sin duda, promoverá adhesiones
feroces y exabruptos no menos feroces. Entre la narración lírica
y el poema en prosa, entre el disparate y la delicadeza, entre la escritura
automática y la orfebrería del idioma, Coños
constituye un homenaje a la mujer y a la literatura, que aspira a la celebración
episódica del cuerpo femenino, a la divinización obsesiva
de las mujeres a través de las palabras, y muestra al lector que
la diversidad es sólo un camino hacia la unidad íntima de
la mujer. Burlándose de los géneros, entremezclando lúdicamente
el fragmento lírico con las memorias apócrifas, la prosa
de estirpe clásica con un humor tributario de las vanguardias, Juan
Manuel de Prada nos sirve, en un estilo propio, millonario de metáforas,
un libro que podría adscribirse a un género nuevo o excluirse
de toda adscripción.
Juan Manuel de Prada nació en Baracaldo, en 1970, aunque pasó su infancia y adolescencia en Zamora. Con su primer libro, Coños (1995), y los relatos de El silencio del patinador (1995, ampliado en 2010) sorprendió a la crítica por su poderosa imaginación y su audaz uso del lenguaje. En 1996 debutó en la novela con la monumental Las máscaras del héroe, con la que obtuvo el premio Ojo Crítico de Narrativa de RNE. En 1997 recibió el Premio Planeta por La tempestad, que fue traducida a una veintena de idiomas y significó su consagración internacional, después de que la revista The New Yorker lo seleccionara como uno de los seis escritores más prometedores de Europa. Su tercera novela, Las esquinas del aire (2000), también fue recibida con entusiasmo por los lectores y la crítica, así como Desgarrados y excéntricos (2001). La vida invisible (2003) recibió el Premio Primavera y el Premio Nacional de Narrativa, y con El séptimo velo (2007) se alzó con el Premio Biblioteca Breve y el Premio de la Crítica de Castilla y León. Ha obtenido los más prestigiosos reconocimientos del periodismo literario, entre otros los premios Mariano de Cavia o César González-Ruano