La movida y divertida historia autobiográfica de la transformación en asno de Lucio, un joven y acaudalado
comerciante corintio, y las calamidades y los más inverosímiles trances que padece hasta recobrar su forma humana
constituyen el hilo argumental de El asno de oro. La novela, única muestra íntegra de esta manifestación tardía en Roma,
fue compuesta en el período de madurez de su autor, Lucio Apuleyo (siglo II d. C., natural de Madaura, en el norte de
África), quien cultivó diversos géneros con la misma resolución y fecundidad. Además de la peripecia desencadenada por
la metamorfosis inicial, esta obra alberga multitud de relatos insertos, en los que el elemento maravilloso, reflejo de
la afición personal del autor por la magia y los cultos histéricos (piénsese en la célebre fábula de Cupido y Psique, o
en la intervención milagrosa de la diosa Isis al final de la obra), se hilvana con la crueldad, el escándalo e incluso
el sexo explícito. Apuleyo vincula la trama de su novela a determinadas creencias mágicas y orientales muy en boga en
su tiempo, si bien lo que más interesa al lector es su arte de narrador, sus dotes de observación y su poder retratista
de una época.