La obra de Safo representa uno de los puntos culminantes de la lírica griega arcaica. Nacida en la isla de Lesbos en el siglo VII a. C., y probablemente de origen aristocrático, parece que casi siempre se movió en grupos reducidos y selectos. Su poesía, que la convirtió en una autora canónica y por la cual se la llegó a calificar de "décima Musa", es un prodigio musical de trabajada naturalidad, de ensalzamiento del amor y la sexualidad, de culto a los dioses y también al mundo que la rodea, así como de alabanza a la belleza y a la sensibilidad femenina.Admirada incondicionalmente en la Grecia clásica, sus poemas no solo sufrieron mucho los avatares de la transmisión textual, sino que además se vieron sometidos a diversas interpretaciones interesadas de cierta crítica tradicional. Por fortuna, como explica Marta González en el prólogo de esta edición, aunque aún envuelven a Safo muchos interrogantes, la fuerza de su escritura ha ido liberándose de los prejuicios y ha sido el origen de una sólida herencia literaria.
La poetisa griega Safo nació en la isla de Lesbos, seguramente en Mitilene, a finales del siglo VII a. C. Los fragmentos conservados de su obra constituyen una muestra de la primera poesía lírica que se hizo en Europa. Compuesta para el canto y difundida en un contexto todavía enigmático, la poesía de la décima Musa se convirtió ya desde Grecia en una referencia de autoridad indiscutible para la literatura creada por mujeres. Su discurso sobre eros?sutil y perturbador?, la estilizada inmediatez de su lenguaje y su inventiva métrica y formal han fascinado a lectores y escritores de todos los tiempos, desde Platón y Catulo hasta Virgina Woolf y Marguerite Yourcenar. Esta nueva traducción, realizada por la también poeta Aurora Luque, consigue una vez más rejuvenecer el texto, huyendo de la erudición anquilosada y recuperando la frescura de los versos sáficos con las «armas legítimas de la poesía viva».