Son muchas las corrientes y las tendencias que hoy en día se mueven en torno a la Psicología Social: desde el mero asistencialismo hasta la intervención desasistida, pasando por las muchas modas y peregrinas invenciones que, en el mejor de los casos con buena voluntad, no aciertan a solucionar los muchos y graves problemas que afronta una parte importante de la sociedad. Por todo ello, es impotante, como intenta este libró, situar la intervención psicosocial en el con texto de los procesos de ayuda. Necesaria es sin duda una buena armadura intelectual, un cuerpo teórico sólido y coherente. pero a la vez hay que convertir la intervención en un asunto práctico y factible, con sus instrumentos y modelos específicos, con sus equipos profesionales y sus prestaciones adecuadas.