La célebre psicoanalista suiza Alice Miller formula aquí una hipótesis terapéutica de prevención del mal que radica esencialmente en cómo el adulto suele sofocar muy pronto en el niño el conocimiento que él adquiere del mundo, con el fin de imponerle las propias enseñanzas, adquiridas a su vez de otro adulto, de una generación a otra. Así mutilado, el niño accede difícilmente «con naturalidad» a la edad adulta. Los obstáculos al desarrollo de su saber y de su íntima experiencia de los hechos le llevará a creer que el mundo está hecho de muros y alambradas. Ya adulto, construye a su vez su mundo de herméticas defensas. Miller nos indica cómo se puede, si se quiere, recuperar ese saber proscrito que el niño, que sigue vivo, aunque también proscrito, en cada uno de nosotros, había obtenido por su cuenta.
Alice Miller, doctora en filosofía, estudió en
Basilea psicología y sociología. Después de ejercer durante más de veinte años
como psicoterapeuta, decidió dejar por escrito el resultado de sus
experiencias. Desde entonces ha publicado siete libros, todos ellos ampliamente
reconocidos por el público. En 1986 recibió en Nueva York el Premio Janusz-Korczak. La obra de Alice Miller es reconocida hoy en día
en el mundo entero como una de las mayores aportaciones contemporáneas al
estudio de las raíces de la violencia en
la infancia.