Partiendo de la iluminación de uno de sus estudiantes de origen iraní que se pone en pie durante una clase y grita exacerbado: ¡Todos somos turistas! el autor indaga en la motivación de este impulso global que parece satisfacer una sed misteriosa del hombre contemporáneo. analiza la estructura formal de la visita turística en cuanto ritual básico de las sociedades industrializadas que refuerza la solidaridad de sus miembros e invita a los pueblos subdesarrollados a acceder a un estado dulce museización