«Nunca quise que mi protagonista fuera modélico. La voz que salía de mí y que de alguna manera se parecía a mí cuando era niña respondía a la de un niño de barrio, que no destacaba por sus habilidades físicas ni por ser un estudiante brillante. Mi Manolito, con su mote, sus inseguridades y obsesiones era, sin embargo, el mejor amigo que los lectores podían tener, precisamente porque vencía a las dificultades gracias a su sentido del humor y a su inteligencia verbal. Convirtió su mote, Gafotas, en un título lleno de nobleza», Elvira Lindo.
Pocos personajes son tan queridos por los lectores como Manolito Gafotas. Creado por Elvira Lindo en 1994 para la radio, Manolito ha visto crecer a varias generaciones de españoles y ha crecido hasta convertirse en un clásico de nuestra literatura. A día de hoy, su lenguaje coloquial y su capacidad para despertar la carcajada siguen siendo la puerta de entrada perfecta a la lectura para cientos de niños y adolescentes y sus libros son una recomendación habitual en colegios y bibliotecas. En 2024, Manolito cumple 30 años y lo celebramos reuniendo en un solo estuche todas sus novelas, una oportunidad única para comprobar hasta qué punto sus aventuras son un reflejo certero de las preocupaciones corrientes de cualquier chaval de barrio y del devenir de todo un país en estas últimas décadas.
Elvira Lindo (Cádiz, 1962), guionista de cine y escritora, es la creadora del personaje Manolito Gafotas. En 1998 obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil. Ese mismo año se publicó su primera novela para adultos, El otro barrio. En el 2002 Alfaguara publicó su novela Algo más inesperado que la muerte. Entre sus trabajos para el cine, destacan sus colaboraciones, sobre todo como guionista pero también como actriz ocasional, con el director Miguel Albadalejo (La primera noche de nuestra vida, El cielo abierto y Manolito Gafotas). En el 2005 ganó el Premio Biblioteca Breve con su novela Una palabra tuya, llevada al cine por Ángeles González-Sinde, y en 2010 publicó su última novela, Lo que me queda por vivir.