La historia del teatro está llena de obras amenas, brillantes, divertidas o profundas que no han llegado a convertirse en clásicos de primera línea. Estudiadas en los manuales de literatura, rara vez editadas y apenas representadas, estas obras han quedado muchas veces ocultas para el público, al no existir una edición moderna. La Biblioteca Temática RESAD se propone llenar este vacío con volúmenes que recojan textos con un criterio temático para ofrecer una visión amplia de ciertos movimientos, estilos o temas que son hoy patrimonio de los especialistas.
Aquí tenemos la satisfacción de presentar a nuestros lectores los últimos textos dramáticos creados por Francisco Nieva; pensados, entre otros objetivos artísticos, con el deseo de que contribuyan a la preparación de profesionales de la escena. Los personajes y las situaciones
quieren servir de estímulo y acicate para su utilización como ejercicios de Interpretación y de Dirección Escénica. Además, provocan a nuestra conciencia y a nuestra sensibilidad estética una actividad imaginativa, fresca, intensa, desbocada a veces, «caliente», pero aconsejable siempre para quienes se sientan liberados de prejuicios y molestos esquemas de pensamiento. Les invitamos a caminar por las procelosas historias y situaciones aquí propuestas: que los dioses y númenes positivos les acompañen.
Francisco Nieva, autor, escenógrafo, escritor, director de escena y académico de la RAE ha sido premiado en numerosas ocasiones por sus diseños escenográficos. Cabe destacar el premio Nacional de Teatro en 1979 y en 1992 y, ese mismo año, el premio Príncipe de Asturias de las Letras. En 2007 se publicaron sus obras completas.
FRANCISCO NIEVA nació en Valdepeñas (Ciudad Real) el 29 de diciembre de 1927. En 1942 se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de Madrid para estudiar pintura y en 1945 entró en contacto con el postismo, primer movimiento de vanguardia de la posguerra española. Entre 1948 y 1963 residió en París, donde recibió el premio Polignac por el conjunto de su obra artística. Tras residir un año en Venecia regresó a Madrid en 1964, y, salvo largas estancias en Berlín y Roma, ha permanecido afincado en esta ciudad. Su creación, centrada inicialmente en la pintura, se orientó también luego hacia la escenografía y dirección teatral y operística y la decoración cinematográfica. Su producción teatral le ha valido el Premio Nacional de Teatro en dos ocasiones (1980 y 1992) y se halla hoy reunida en los dos volúmenes de su Teatro completo (1991). Ha tenido además una relevante actividad como ensayista y articulista, reconocida con el premio Mariano de Cavia. En 1986, la Real Academia Española eligió a Nieva para la plaza de número vacante por el fallecimiento de Antonio Tovar, de la que tomó posesión en 1990. El conjunto de la obra literaria de Nieva obtuvo en 1992 el premio Príncipe de Asturias de las Letras. Su primera novela, El viaje a Pantaélica (Seix Barral, 1994), alcanzó extraordinaria resonancia, superada incluso a raíz de la aparición de la segunda, Granada de las mil noches (Seix Barral, 1994).