Este no es un libro más sobre el TDAH: no ofrece mágicas recetas para conseguir que niños y niñas se
adapten, rindan más, piensen y se comporten mejor, aprendan a controlar sus impulsos y expresen sus emociones de manera
"sana". No asume de entrada que los pequeños hagan las cosas "mal" porque carecen de recursos, tienen un defecto en sus
cerebros o están mal programados genéticamente. Partiendo de un enfoque verdaderamente preventivo, centrado en la
promoción de la salud, y adoptando una perspectiva pluridisciplinar, la autora da un vuelco a los planteamientos
convencionales y se pregunta hasta qué punto el trastorno puede considerarse una enfermedad infantil o bien el
resultado de las insanas condiciones de vida que les impone la sociedad moderna.
Heike Freire se licenció en Psicología y en Filosofía por la Universidad de París X. Ha sido
asesora del gobierno francés desde el Instituto de Educación Permanente de la capital gala, junto a antiguos
colaboradores de Ivan Illich y Paolo Freire. Durante los últimos quince años, se ha volcado en la investigación, la
reflexión y la acción sobre infancia e innovación educativa, trabajando para mejorar la salud y el bienestar global de
los niños en sus familias, escuelas y ciudades desde organizaciones como IDEN (International Democratic Education
Network), GSIA (Grupo de Sociología de la Infancia y la Adolescencia), Ecologistas en Acción (Grupo de reflexión sobre
el currículo alternativo) y Acción Educativa (Grupo La Ciudad de los Niños).