El general Juan Martín Díez el Empecinado es retratado por Galdós como un héroe lleno de humanidad que protagoniza diálogos muy divertidos por su tosco vocabulario, pero es también un hombre valiente, fiero, noble y prudente, que despierta el respeto incluso de sus enemigos. Persona de firmes convicciones liberales, terminó por enfrentarse al propio Fernando VII, al no respetar éste la Constitución de 1812, y fue desterrado a Portugal. Al intentar de nuevo penetrar en España fue capturado, torturado y exhibido en una jaula antes de ser condenado a la horca. Su perseverancia al defender sus ideales ha hecho que empecinado signifique hoy en día obstinación y que él sea recordado como uno de los más grandes defensores de la libertad en España.
Nacido en Las Palmas en 1843, se trasladó a Madrid para estudiar Derecho y comenzar su actividad periodística en La Nación y luego en El Debate. De la obra del autor más destacado y fecundo del realismo español, formada por 77 novelas, 22 obras de teatro y varios ensayos, sobresalen La Fontana de Oro y los Episodios Nacionales. Su espíritu liberal evolucionó hacia el socialismo humanitario y chocó con los medios eclesiásticos y conservadores que obstaculizaron su candidatura al Premio Nobel. Murió en 1920.