AZAÑA, MANUEL / N (Ilustración)
En discursos y artculos, en novelas y ensayos, en biografas y diarios, en entrevistas y cartas, Manuel Aza±a dej³ una obra variada e inmensa que ha sufrido, como su misma figura, largos a±os de desprecio y destierro hasta su lenta e intermitente recuperaci³n. Quedaba aºn por realizar la recopilaci³n de toda su obra escrita y hablada como un flujo continuo que arranca con sus textos juveniles y culmina en sus cartas del exilio. Esta nueva edici³n recoge cientos de p¡ginas de discursos desconocidos, completa las series de artculos publicados en diversos diarios y revistas, reproduce la totalidad de sus diarios y da a conocer la obra in©dita de quien mejor represent³ la ambici³n reformadora de la Repºblica y nos leg³ el testimonio m¡s desolado de su cruel e inmerecido destino. Vol. VI: Julio de 1936³ agosto de 1940 En septiembre de 1936, Aza±a sufri³ un desfallecimiento que le alej³ del gobierno. En 1937 volvi³ a tomar la palabra en el primero de sus cuatro discursos de guerra. En ©l y La velada de Benicarl³ est¡ resumida su misi³n de la guerra como hecho espa±ol. Defendi³ un plan de paz que nadie secundaba. Exiliado, dimiti³ de la presidencia en 1939 y escribi³ sus ºltimas reflexiones sobre la Guerra Civil.
MANUEL AZAÑA (1880-1940) fue, sin duda, el político más importante de la Segunda República y uno de los más destacados intelectuales españoles del primer tercio del siglo XX. En plena dictadura de Primo de Rivera fundó el partido Acción Republicana, una de las formaciones decisivas en el advenimiento de la República en 1931. En el nuevo régimen Azaña personificó el espíritu reformista del primer bienio republicano como ministro de la Guerra y presidente de Gobierno, así como con su oposición parlamentaria al gobierno de centro-derecha en 1934-1936, y la asunción de la presidencia de la República tras el triunfo del Frente Popular y durante la guerra civil, hasta su muerte en el exilio francés. Como escritor se prodigó en diversos géneros que abarcaron desde los artículos periodísticos y discursos de signo político, hasta el ensayo literario -como el que le valió el Premio Nacional de Literatura en 1926- y los diarios. Estos discursos y artículos dedicados a la autonomía catalana son expresión de su talento y lucidez en los diagnósticos y soluciones a problemas de ayer, aún hoy plenamente vigentes.